cuando sentimos apego hacia un querido recuerdo que atesoramos.
Cuando revives momentos que creíamos muertos en el pasado.
Ese sentimiento que te lleva a las risas y a las lágrimas al recordar una época en la que fuimos felices.
Risas por recordar aquellos buenos tiempos,
y lágrimas por haberlos dejado atrás.
Es un lastre que te acompañará durante toda la vida al recordarlos,
tanto con alegría como con tristeza.