Jan 1, 2014

La vela de la vida

Si nos paramos un momento a pensar los seres humanos somos como velas.
Hay una historia que dice así:

A cada humano le es entregada una vela antes de nacer.
Una vez que nacemos esa vela es encendida con la llama de la vida,
que vá consumiéndola poco a poco.
Una vez que esta vela es consumida por completo,
la llama de la vida se apaga y nosotros morimos con ella.
Sin embargo,
la cera fundida es recogida por las almas de sus propietarios,
para ser moldeada y dada la forma de una mariposa,
para usarla como vehículo para volar hacia el infinito,
para ir a reencontrarse con aquellos que en su día se tuvieron que marchar,
o con aquellos que tuvieron que dejar este mundo antes de tiempo.